UNA VIDA INFELIZ
Había una vez una mujer llamada Carmen que buscaba a un hombre que la hiciera
feliz. Un día, un hombre la sorprendió con un ramo de rosas preciosas y le
dijo: "yo me casaré contigo". Era tanto su asomboe que Carmen se quedó sin
palabras: "Bueno... yo...". "!Vamos, mujer¡", le dijo él. "Bueno, me casaré
contigo", dijo ella. El hombre dio un salto de alegría y dijo: "Esta semana
nos casaremos".
Pasó una semana y, sin apenas conocerse, se casaron. Pasados unos cuantos
meses empezaron a tener problemas: "te tienes que poner esta falda corta";
"pero no quiero"; "me da igual, te la pones". Y se pasaban así todo el día.
"Para estar guapa te tienes que maquillar"; "no me gusta maquillarme"; "sin
maquillaje estás fea". Y seguían. "¿A donde vas? No puedes ir a ninguna
parte"; "quiero ir con mis amigas"; "te quedas limpiando". Y así siempre.
"¡Qué vida tan infeliz!", decía Carmen.
Y decidió separarse para continuar con su vida.
Autor/a: Capucha Blanca ADEEK
EL ENCUENTRO
Érase una vez una chica llamada Andrea. Vivía muy bien, pero tenía un
problema: no tenía amigos ni amigas, y eso se debía a que vestía con
pantalones y no con falda, le gustaba el color azul y no el rosa... Nadie
quería estar con ella por aquello, y ella no quería cambiar su forma de ser.
Un día, cansada de que nadie la quisiera, se fue corriendo.
Érase una vez una chico llamado Andrés. Vivía muy bien, pero... tenía un
problema: no tenía amigos ni amigas, y eso se debía a que le gustaba
disfrazarse y no de príncipe, le gustaba el rosa y no el azul... Nadie quería
estar con él por aquello y él no quería cambiar su forma de ser. Un día,
cansado de que nadie lo quisiera se fue corriendo.
Andrea corría. Andrés corría. Chocaron y ya ninguno tuvo más ningún problema.
Autor/a: ADHEEK
LA NIÑA MALTRATADA
Érase una vez una niña tan buena, tan buena, que se dejaba engañar. Como tod@s
sabían que era tan buena, se aprovechaban de ella. Sus padres, sus tíos, sus
familiares... Todos se aprovechaban de ella y la chica no sabía decir no.
Hasta que un día se hartó y decidió decidir por ella misma.
Cuando creció se fue a vivir a una cabaña, tuvo un hijo y viajó por todo el
mundo. Y dejo de ser la criada de la casa y empezó a vivir sus aventuras.
Viajó a China, a la India, a Estados Unidos...
!Y fue mucho más feliz¡
Autor/a: Anna Lozano Sánchez
ASUSTADA
Antonia limpiaba en la casa y su marido Ramón trabajaba en la oficina. Cuando
llegaba Ramón a casa la empezaba a insultar y le decía gorda, tonta e inútil.
Un día, a la hora de cenar, Ramón decidió pedir unas pizzas.
Antonia tenía un papel y un lápiz en el bolsillo y escribió en letras
mayúsculas: ¡AYUDA!. Cuando vino la repartidora de pizzas, Antonia aprovechó
para pagar la pizza y le dio el dinero con el papel. Y la repartidora, cuando
bajaba por el ascensor, leyó la nota y directamente llamó a la policía.
Autor/a: MMORALESB
LA LUCHA DE CELESTE
Una vez había una una niña llamada Celeste. A ella le iba muy bien en el
colegio, salvo por unos niños de sexto curso que le hacían bullying. Le hacían
sentirse fatal, le decían cosas horribles. Hasta que un día se hartó de que le
hicieran bullying y se lo dijo a su profesora. Cuando se enteraron los chicos
se enfadaron muchísimo y le dijeron y le hicieron todo tipo de cosas; al día
siguiente Celeste volvió a su casa con la mochila y los libros rotos y la ropa
llena de pintura. Su padre le preguntó qué le había pasado y ella se lo contó
todo. El lunes después de clase el padre de Celeste fue a recogerla y le dijo
que antes de irse hablaría con la Directora.
El padre de Celeste le contó a la Directora todo le que le dijo su hija y
entonces la Directora tomó una decisión: llevar a esos niños a un internado.
Las madres de los niños aceptaron al oír todo lo que sus hijos le hicieron a
Celeste. Entonces ella volvió a ser feliz.
Autor/a: Capa Roja
EL PERRO Y EL COLIBRÍ
En un país muy lejano había un perro que vivía estupendamente ya que se
refugiaba debajo de un árbol, dentro de una mini cueva. Cada día le pedía a un
colibrí que fuera a una hamburguesería muy conocida de la ciudad y le cogiera
una bolsa de patatas fritas. El colibrí siempre le traía su bolsa de patatas
para compartirla con su familia. Hasta que un día no llegó. En ese momento el
perro fue al río, en el que siempre bebía agua, a pensar qué le podría haber
pasado al colibrí, pero supuso que estaba perdiendo el tiempo.
El perro decidió ir a la ciudad, montó en una gaviota y comprobó, a vista de
pájaro, que la ciudad era muy grande. Tuvo suerte que la hamburguesería estaba
cerca de la playa, que era donde le había dejado la gaviota. Se acercó y vio
por la ventana al colibrí encerrado en una jaula y tras muchos intentos
consiguió liberarlo. El colibrí le dio las gracias la perro y la mujer que lo
había encerrado le dijo: "No te preocupes que no te voy a encerrar más. Y así
fue el resto de los años y el colibrí siguió llevándole su bolsa de patatas al
perro.
Autor/a: Que So Azul
LA SOMBRA AGÓNICA DE LA INFELICIDAD
Érase una vez una niña llamada Hortensia Pérez y sus padres Antonio y Violeta.
Su padre trabajaba de vez en cuando y su madre se quedaba en casa. Hortensia
tiene siete años y va todos los días a la escuela pero, mientras la niña está
en la escuela, Antonio aprovecha para maltratar y esclavizar a su esposa. La
razón por la que la maltrataba era porque él quería un hijo varón. Aun así,
ella sabía que no era culpa de su hija ni suya porque no se puede elegir el
género de los hijos.
Violeta estaba amenazada con sufrir mucho más si la verdad salía a la luz.
Hortensia no sabía nada ya que su padre no mostraba violencia cuando ella
estaba presente, pero empezó a sospechar porque notaba a su madre apagada y
deprimida. Ella iba sola a la escuela y regresaba sola, así que empezó a idear
un plan. Un día decidió no ir al cole para ver que pasaba a través de una
ventana y vio lo que ocurría. Se lo dijo a sus profesores y el padre fue
enviado a prisión durante veinte años.
Autor/a: Elsa Capuntas
LA NOTA DE MATEMÁTICAS
En el recreo se encontraron tres amigas. - Hola, María. ¿Qué has sacado en el
examen de Mates?- dijo Lucía.
- Hola, Lucía. Yo he suspendido- dijo María, tristemente. - ¡Oh! Entonces eres
muy torpe. Yo he aprobado.-
María se quedó pensando y le dijo a Carmen: - Oye, Carmen, ¿tú crees que soy torpe?- dijo María.
- María, tú no eres
torpe. ¿Por qué dices eso?- le preguntó Carmen.
- Porque he suspendido y Lucía
me ha dicho que soy muy torpe- respondió María.
María se quedó pensando un rato y se fue enseguida a hablar con Lucía. - Hola
Lucía. ¿Sabes?, no soy torpe. De hecho nadie lo es. Cada uno es como
es.-
Lucía se quedó si palabras, pero al final dijo: - Es verdad, a partir de ahora
no volverá a reírme de nadie.
Y a partir de ese momento, nadie si rio de nadie.
Autor/a: Capucha Blanca
EL PARTIDO DE BALONCESTO
El año pasado, en el campamento de verano, unos niños iban a jugar un partido
de baloncesto. Echaron capitanes y salió un niño y una niña. Empezó el niño
eligiendo y eligió al mejor jugador y la niña eligió al segundo mejor pero,
entonces el niño dijo: "Como elijas a ese te parto la cara, ¡ese es mío!". Así
que la niña eligió a su mejor amiga. Y antes de que se pusiera detrás de ella,
el chico dijo: "¡Mejor vamos a jugar chicos contra chicas!". Y las chicas
aceptaron.
Los niños dijeron: "¡Os vamos a machacar! ¡Sois malísimas!". Y las niñas solo dijeron: "¡Buen partido!.
Las niñas acabaron arrasando y los niños se quedaron flipados. El partido terminó y los niños aprendieron la lección.
Autor/a: tomate@gmail.com
LOS ESTUDIOS
Había una vez una niña llamada Sara. Tenía 14 años y una enfermedad cardiaca
terminal. Sara vivía con sus padres y con su hermana pequeña. Ella era muy buena en los estudios, era la primera de su clase; y en el Instituto no sabían cómo lo hacía para tener tan buenísimas notas: Sara nunca bajaba de los tres puestos más altos. Sara siempre era una niña amable y alegre, pero los demás no sabían su oscura verdad; Sara, aparte de su enfermedad terminal, también sufría ansiedad. Cuando Sara volvía a su casa su padre siempre la maltrataba y la tenía amenazada que como se lo dijera a su hermana o a su madre le pegaría el doble. Eso la tenía muy asustada.
Un día llegó al colegio llena de moratones y sus compañeros le preguntaron pero Sara dijo una excusa para ocultar la verdad. Pero un día que llegó a casa y no estaba su padre, su madre y su hermana le preguntaron que si le pasaba algo. Sara se puso muy nerviosa y, entre la ansiedad y la enfermedad, se desmayó.
Cuando se despertó estaba en el hospital y el doctor le dijo a su madre y a ella que le quedaba un mes de vida. La madre inmediatamente iba a llamar al padre, pero Sara la detuvo y le contó por fin lo que su padre le hacía. Después de eso le denunciaron y fue arrestado.
Sara pudo vivir feliz y libre su último mes de vida con su familia y compañeros y sacando buenísimas notas. Fin.
Autor/a: María Guadalupe GR
BLANCA LA TRAVIESA
Érase una vez una niña llamada Blanca. Su sueño era explorar el mundo, ya
estaba harta de ser una niña debilucha. Un día fue a buscar a su padre y le dijo: "Yo no quiero ser una niña debilucha, quiero explorar el mundo". Y su padre le dijo: "Tú no puedes tener sueños; eres muy endeble".
-Pero- dijo triste Blanca.
-Ni pero, ni peras- dijo el padre interrumpiéndola.
Blanca, muy triste, se fue corriendo a su cuarto y cerró la puerta dando un fuerte portazo. ¡Pum!, y se echó en la cama llorando.
Un día, harta de su padre, escapó por la ventana y fue a ver a todas las niñas del país, y después del mundo entero, recorriendo todas y cada una de sus calles y rincones del mundo.
Autor/a: Carlos Grande Derecho
LA HISTORIA DE MARÍA
María era una niña que vivía en Madrid y tenía una enfermedad mental. Todos
los días iba al colegio como cualquier niña. Había tres niños que se burlaban de ella; le llamaban rara, fea y muchas cosas más. Siempre se lo decía a su madre y a su tutor, pero los niños nunca escarmentaban.
Habló con los niños para que se hicieran amigos suyos; estuvo horas intentando buscar una solución, pero ninguna funcionó. Y un día les dijo a esos niños: -Da igual como seamos. Si somos blancos blancos, negros, altos, bajos, obesos, delgados, tengamos una enfermedad o no, siempre tenemos que respetarnos seamos como seamos". Convenció a los niños y fueron amigo para siempre.
Moraleja: La única enfermedad es la de no tratar bien a los demás.
Autor/a: María RA
EL NIÑO BAILARÍN
Hace mucho tiempo había un niño llamado Héctor que quería ser bailarín. Pero
los chicos antes no eran bailarines; eran futbolistas, albañiles, fontaneros,
agricultores... pero bailarines, no. Su padre decía que bailar era cosa de chicas. Pero su madre le decía que todo el mundo podía ser lo que quisiera si le ponía esfuerzo y empeño. El bailaba en su cuarto porque si su padre le veía le pegaba y su hermano Emilio se reía. En su clase todos los niños se reían, menos su mejor amigo Antonio. Antonio y él jugaban juntos.
Un día su padre se dio cuenta de lo bien que bailaba y se arrepintió. Su padre y su madre ahorraron dinero y lo llevaron a unas pruebas a Madrid y en Valencia; y lo hizo muy bien y ahora es bailarín. Bailarín, bailarán, este cuento se ha acabado.
Autor/a: Junio González
MI AMIGO HRYHORII
Hoy voy a contaros una historia real. En Septiembre de 2022 nuestro profe Tomás nos anunció que venía un nuevo compañero a clase. Al día siguiente nos dijo que venía de Ucrania donde en ese momento estaban en guerra. Y así que al poco tiempo ya éramos 24 españoles y 1 ucraniano en clase. Al principio no fue fácil, Hryhorii sólo miraba por la ventana y dormía sobre la mesa y en el recreo se sentaba y no hacía nada. Pasaron los días y empezó a jugar con alguno de nosotros, sobre todo conmigo.
Como en los primeros días me preparé palabras básicas en ucraniano, el profe decidió que yo sería el que le ayudaría más con el idioma. Así, al cabo de unos meses, ya sabía español como para comunicarse con nosotros sin problema. Ahora, aunque la guerra siga en su país, Grisha ha encontrado la paz aquí con nosotros.
Autor/a: Pablo AR
FINALISTAS
Han pasado a la final los siguientes microrrelatos:
LA LUCHA DE CELESTE
LA NIÑA MALTRATADA
UNA VIDA INFELIZ
EL ENCUENTRO